Probablemente, la principal conclusión del estudio es la importancia para el desarrollo adolescente, tanto en lo relativo a la promoción de competencias como para la prevención de problemas de ajuste, de las relaciones que en el entorno familiar se establecen entre padres o madres y adolescentes. Lejos de disminuir la influencia de la familia cuando llega la adolescencia, nuestros datos indican que es en el contexto familiar donde se encuentran los principales activos para favorecer el desarrollo de chicos y chicas. Por lo tanto, hay que destacar la importancia de apoyar a padres y madres para que puedan desempeñar mejor su rol de educadores y ejercer una parentalidad positiva. Con frecuencia se tiende a considerar este apoyo como más adecuado para quienes tienen niños más pequeños, pues se piensa que para el momento en que llega la adolescencia, padres y madres tienen ya un rodaje más que suficiente para haber adquirido las competencias precisas para manejar con pericia la mayoría de situaciones que se les pueden presentar en la vida familiar cotidiana. Sin embargo, la primera adolescencia es una etapa en la que su suelen producir algunos desajustes en las relaciones familiares, y algunos progenitores pueden verse algo desorientados y beneficiarse mucho de un apoyo externo. La difusión de una imagen más normalizada y menos negativa de la adolescencia y la promoción de un estilo parental democrático entre los progenitores puede influir de forma muy positiva sobre el desarrollo de nuestros chicos y chicas.
A pesar de la mayor importancia de la familia, también en el centro educativo se detectaron importantes recursos o activos que favorecen el desarrollo adolescente. Así, aquellos centros con normas y valores claros, y con un buen clima escolar que facilitan la vinculación del alumnado al mismo, tuvieron mejores resultados en cuanto a las competencias promovidas en sus estudiantes. También mostraron estos chicos y chicas menos problemas de ajuste psicológico. Por lo tanto, a partir de los datos del estudio pueden extraerse algunas sugerencias de carácter práctico para que los centros de educación secundaria se conviertan en lugares promotores de la salud y la competencia adolescente.
Finalmente, el estudio también aportó una importante evidencia empírica acerca de la importancia del barrio o vecindario en que residen los adolescentes, ya que también se encontraron relaciones muy significativas entre la competencia y el ajuste adolescente y algunas dimensiones comunitarias, como la seguridad, el control social, el empoderamiento de la juventud y su sentimiento de vinculación o pertenencia a su comunidad o barrio. Aunque en nuestro estudio la disponibilidad de actividades extracurriculares no se asoció a un mejor ajuste o competencia del alumnado, sí lo hizo la participación en ellas.
Aquí podéis encontrar el la publicación con los principales resultados de este estudio.
Oliva, A., Pertegal, M. A., Antolín, L., Reina, M. C. Ríos, M., Hernando, A., Parra, A., Pascual, D. y Estévez, R. (2011). El desarrollo positivo adolescente y los activos que lo promueven. Un estudio en centros docentes andaluces. Sevilla: Consejería de Salud de la Junta de Andalucía
¿Psicólogo "evolutivo" o "evolucinionista"?
ResponderEliminarEvolutivo, de development no de evolution.
ResponderEliminarUn saludo