domingo, 26 de octubre de 2008

Adolescencia dramática



En entradas anteriores como ésta y también ésta, me he referido a la visión dramática y negativa de la adolescencia que predomina en nuestra sociedad. Con frecuencia se presenta a los jóvenes como rebeldes, conflictivos, problemáticos, promiscuos, consumidores de drogas, inestables, etc. Como puede verse en el gráfico, correspondiente a un estudio en el que analizamos las noticias sobre adolescentes aparecidas en dos periódicos de tirada nacional, la mayor parte de las noticias están centradas en comportamientos problemáticos y antisociales, siendo escaso el número de noticias que ofrecen una visión favorable. Aunque la imagen del ABC es más negativa, la que presenta El País no le va a la zaga.
Podríamos encontrar en los medios de comunicación un excelente chivo expiatorio sobre el que descargar las culpas de la creación de ese estereotipo tan dramático. Sin embargo, creo que eso sería echar balones fuera y no reconocer la parte de culpa que nos corresponde a psicólogos y educadores. Así, conviene recordar que los primeros planteamientos teóricos acerca de la psicología de esta etapa evolutiva no fueron precisamente de color de rosa. Tal vez porque sus autores se basaron es casos clínicos, que suponían una muestra poco representativa de adolescentes, no hicieron otra cosa que alimentar es imagen problemática y descontrolada. Podríamos pensar que la cosa ha cambiado mucho, pero yo no estaría tan seguro. O si no, échenle un vistazo a las portadas de libros que he recopilado después de un rastreo por la red. Parece que la visión sensacionalista no sólo contribuye a vender periódicos, también los libros de ayuda para padres de adolescentes se colocan mejor aludiendo a las múltiples peligros que acechan a padres e hijos.


































































































Un verdadero horror, verdad. No es extraño que a aquellos padres y madres con hijos que se acercan a la adolescencia empiecen a temblarles las piernas y esperen lo peor. Lo malo es que a veces cuando se espera algo malo la profecía termina cumpliéndose.


6 comentarios:

  1. ¿Conoce este libro?
    "Cómo no matar asu hijo adolescente".

    J.M.

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  2. Claro que sí, es uno de mis titulos favoritos en cuanto a sensacionalismo, pero no encontré en la red la imagen de la portada. Es de un psicólogo argentino, y creo recordar que el contenido no era tan exagerado.
    Si tiene la portada podría enviármela y con gusto la colocaría en el post.

    Un saludo

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  3. Estimado señor:
    Le escribo para invitarle a leer en mi humilde blog mi última entrada acerca de un sentimiento por desgracia muy común; el odio. Quizás le interese leerlo, más teniendo en cuenta su profesión.
    Saludos desde Gran Canaria.

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  4. Le echaré un vistazo a Arcana Mundi.
    Un saludo

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  5. Muy interesante la entrada y el blog.

    A la polémica que siempre genera la problemática personalidad en desarrollo de los adolescentes, se une ahora un psicólogo de Harvard, con el mito del cerebro adolescente.

    Un saludo, Alfredo.

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  6. Germánico, he leído tu entrada, y creo que no es incompatible la consideración de que se dramatiza en exceso acerca de los adolescentes, con la idea de que se trata de una etapa en la que la inmadurez de la corteza prefrontal, unida a otros factores, hace que en esta etapa encontremos una mayor prevalencia de muchas conductas de riesgo.

    Un saludo

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