Estamos a final de curso, y entre el trabajo atrasado, los exámenes y los fines de semana en busca de algo de frescor playero, queda poco tiempo para mantener un adecuado ritmo de entradas en el blog. Algunos pensaran que tengo mucho morro, pero como lo del blog es una diversión y tampoco se trata de estresarse, voy a repescar algunas de las entradas antiguas que considero interesantes o divertidas. Prometo no abusar.
Comienzo con ésta sobre el cerebro de la mujer, y lo que podría considerarse un nuevo femenismo de nuevo cuño, que en lugar de abogar por la igualdad marca las diferencias entre hombre y mujer para acentuar la superioridad femenina (aquí).
Una duda que me correo: Tener pene no es indicio suficiente para diversificar entre hombre y mujer?
ResponderEliminarDepende del tamaño, anónimo.
ResponderEliminar-M.
M,
ResponderEliminarla única diferencia anatómica importante a la hora de establecer diferencias de género es el tamaño del tello.
Algo había leído sobre el tello y su influencia en las diferencias de género. ¿Para cuándo un post sobre ese asunto?
ResponderEliminarM.
¿Qué es el tello?
ResponderEliminarTello no aparece en el DRAE
ResponderEliminarPues no me lo explico.
ResponderEliminarMmmm. Luego nos quejamos de lo poco considerada que está la psicología. Si nos tiramos años diciendo que ambos sexos son fundamentalmente idénticos y ahora cambiamos el chip y decimos lo contrario... parece más bien que estamos en la línea de las modas o programas ideológicos que en la senda de la ciencia.
ResponderEliminarPues no se trata de psicología, estamos hablando de neurocientíficas (como Brizendine) o de antropólogas (como Helen Fisher).
ResponderEliminarUn saludo
¿Me explica qué es el tello?, por favor
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