sábado, 7 de marzo de 2009

El aborto y la regulación legal de la adolescencia




La modificación de la ley del aborto aprobada ayer por el Consejo de Ministros, que baja a los 16 años la edad a la que las adolescentes pueden abortar sin que se requiera el consentimiento de sus padres, ha puesto sobre el tapete el espinoso asunto de la regulación legal de la adolescencia y reabre el debate acerca de la capacidad de los adolescentes para tomar decisiones sobre asuntos que afectan a su salud. La polémica se acentúa si tenemos en cuenta que esta misma semana la Junta de Andalucía ha aprobado un decreto que endurece las condiciones para que los menores de edad puedan acceder a operaciones de cirugía estética (ver aquí) . De acuerdo con este decreto, las chicas y los chicos de 16 y 17 años que quieran someterse a alguna intervención de este tipo, incluso si sus padres están de acuerdo, deberán aportar un informe psicológico acerca de su madurez.

Con toda razón, los niños son considerados incapaces de tomar decisiones debido a su inmadurez cognitiva y emocional lo que justifica sobradamente la necesidad de que los adultos les controlen y supervisen y se limiten algunos privilegios y derechos legales. Pero cuando se trata de adolescentes, la cosa está mucho menos clara, ya que no existe una línea divisoria clara que separe la inmadurez infantil de la supuesta madurez adulta. Es cierto que en nuestro país, y en muchos otros de nuestro entorno, la mayoría de edad legal está establecida en los 18 años, lo que supone el acceso a privilegios hasta entonces reservados a las personas adultas, como el derecho al voto.

Sin embargo, otras decisiones carácter legal, como sacar una licencia de caza, pueden ser tomadas por debajo de los 18 años. En realidad no hay razones de mucho peso para establecer en los 18 años la raya que separa infancia de adultez, ya que la evidencia empírica existente indica que la madurez cognitiva de un chico o una chica de 16 años es similar a la de una persona adulta, y entre los 12 y los 15 años se produce un avance espectacular en el desarrollo intelectual que acarrea el surgimiento de la capacidad de pensar de forma abstracta, de plantear hipótesis, de barajar varias alternativas a la hora de tomar decisiones, etc.

Una posibilidad en relación con este asunto sería establecer en torno a los 15 años la mayoría de edad, con lo que a partir de ese momento no habría limitaciones en derechos, y se supone que tampoco en responsabilidades. Bien, esa es una alternativa no descartable que se guiaría por criterios de carácter científico a la hora de regular legalmente la adolescencia: si los estudios sobre desarrollo intelectual indican que la madurez se alcanza de forma casi plena a los 15-16 años, que esa sea la edad para poder ser considerado adulto. Sin embargo, a poco que reflexionemos un poco sobre el asunto nos daremos cuenta de que esta decisión puede tener algunos efectos perversos.

Existe otra posibilidad, la de que el acceso a privilegios y derechos propios de la adultez sea gradual. De acuerdo con este planteamiento, es más adecuado contemplar momentos diferentes para que un individuo pueda ser considerado adulto. Y la decisión para adelantar o retrasar el acceso a derechos se basaría fundamentalmente en los beneficios o perjuicios derivados de la mayor o menor precocidad de la edad para conceder el derecho. Por ejemplo, si pensamos en el acceso al aborto, parece razonable pensar que bajar la edad de los 18 a los 16 años supondrá, más allá de consideraciones privadas de carácter moral, la evitación de algunas situaciones de claro riesgo psicosocial, como es una maternidad en un momento en que de acuerdo con el calendario social actual aún quedan muchas tareas evolutivas por resolver. Si una chica tiene que contar con el consentimiento de sus padres es probable que no se atreva a hablar del asunto con ellos, hasta que ya sea demasiado tarde para la interrupción del embarazo. Más contundentes parecen los argumentos en relación con el acceso precoz a la píldora postcoital: si se requiere el consentimiento parental, el periodo de efectividad de la píldora habrá expirado en bastantes casos.

Tampoco parece que puedan derivarse consecuencias negativas del derecho a votar a los 16 años, algo que ya hemos comentado en una entrada anterior (ver aquí). Sin embargo, podría retrasarse hasta el final de la adolescencia la edad legal para el consumo de alcohol o tabaco. En este caso, el cerebro de los adolescentes se vería beneficiado, aunque las tabacaleras y la industria relacionada con las bebidas alcohólicas probablemente presionarían lo suyo para evitar la medida. Algo parecido sería aplicable a las operaciones de cirugía estética, ya que no parece que esperar un poco más suponga ningún trauma. En fin, es este un asunto interesante y polémico sobre el merece la pena reflexionar más.

9 comentarios:

  1. Hola Alfredo,

    Pienso que el punto clave es eso de la "madurez cognitiva", que me parece que nadie exactamente que es. Nos basamos sólo en afirmaciones intuitivas cuando decimos que una chica de 16 años es cognitivamente madura, puede que lo sea o que no lo sea.

    Me dirás que para eso están los psicólogos, pero con todo lo que parecen aportar son sólo más intuiciones, si bien un poco mejor informadas (por ejemplo gracias a los test). Supongo que habrá que esperar a los avances las ciencias cognitivas, y tener criterios más objetivos para saber si el cerebro está de hecho ya preparado para procesar la información adecuadamente.

    Felicidades por tu sitio

    Luis foroshnc

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  2. Me parece muy interesante tu punto de vista, de flexibilizar la mayoría de edad. Es cierto que no tiene las mismas consecuencias decidir si se aborta o decidir a qué partido votar en una elecciones (me refiero a consecuencias personales). Además es cierto que la plena madurez psicológica evoluciona con el paso de los años, y por tanto sería razonable revisar este aspecto legal cuando la sociedad así lo requiera.

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  3. Evidentemente, siempre estamos madurando, ya que las experiencias que vamos teniendo a lo largo de nuestra vida pueden cambiar nuestra percepción de las cosas. La prueba está en la diferente lectura o interpretación que hacemos de una novela leída con 20o con 50 años.
    Sin embargo, y aunque algunas zonas del cerebro como la corteza prefrontal continúa madurando hasta bien entrada la adultez, la mayoría de estudios encuentran que a partir de los 15 años no existen diferencias significativas entre el razonamiento del adolescente y el del adulto a la hora de resolver algunos dilemas que requieren de cierto pensamiento hipotético-deductivo. Es decir, a partir de cierto momento el adolescente tiene ya una madurez suficiente para entender bastantes situaciones. Por eso, a veces se utiliza esa edad para establecer la frontera de la "madurez cognitiva".

    Un saludo a ambos

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  4. Supongo que la madurez de algunas de nuestras capacidades cognitivas van también un poco de cultura a cultura, independientemente del grado de maduración biológica del cerebro. Sin embargo, me parece que la maduración de los lóbulos frontales, que es la última que ocurre y la responsable de una buena capacidad de planeación, está inacabada a esa edad...lo que no quiere decir que necesariamente sean incapaces de tomar una buena decisión en lo que respecta a la conveniencia de abortar. Por otro lado, hay quienes piensan que esas zonas prefrontales que mencionas hacen del adolescente más proclive a tomar decisiones arriesgadas.

    En mi opinión, esto de mover la capacidad de decidir a los 15 años, o señalar ciertos meses de gestación para autorizar el aborto, depende de otras consideraciones en donde la puesta a punto de las capacidades cognitivas no es lo más importante. Me explico: pienso sencillamente que la evolución cultural ha hecho que ahora se tolere menos el quitar la libertad a una chica de 15 años para decidir en algo tan trascendente...independientemente de que tan maduro tenga el cerebro.

    Luis

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  5. Luis, aunque como bien comentas la corteza prefrontal no culmina su maduración hasta la adultez, los primeros años de la adolescencia (11-15) serían los más complicados desde el punto de vista de las decisiones arriesgadas. No sólo por la inmadurez prefrontal, sino también por la hiperactivación del sistema mesolímbico de recompensa como consecuencia de los cambios hormonales propios de la pubertad. A partir de los 15-16 años, el juego de fuerzas entre el sistema prefrontal y el mesolímbico estaría más equilibrado, y chicos y chicas alcanzarían un nivel de razonamiento suficiente para tomar ciertas decisiones.
    Estoy de acuerdo con tu última afirmación, los factores sociales y culturales influyen en nuestra concepción de la adolescencia y en su regulación legal.

    Saludos

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  6. Tengo una duda:

    Demos por hecho que la maduración del lóbulo prefrontal ya ha llegado a un nivel razonable cuando se tiene 16 años. Pero este dato no asegura que una chica de 16 años sea capaz de tomar una decisión sobre si abortar o no abortar, y realizar el proceso, sola o acompañada de alguien con la misma experiencia.

    No creo, para nada, que todo sea maduración cerebral. El aprendizaje de las estrategias necesarias para afrontar el aborto se realizaría en interacción con personas más expertas.

    Desde mi punto de vista, es muy radical pasar del extremo de necesitar autorización de los padres a que no sea necesario ni siquera que conozcan el tema. Puede que por miedo muchas adolescentes excluyan a los padres a la hora de pedir ayuda y creo que es esencial su apoyo.

    Por otro lado: ¿La ley aborda la necesidad de que las adolescentes embarazadas tengan la asistencia psicológica necesaria durante el proceso?

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  7. Newgoldstein, creo que si una chica tiene miedo de sus padres dificilmente podrán ayudarle. En cuanto a lo de la experiencia, sí siempre habrá gente con más experiencia que una chica de 16 y que una de 25 y de 35, ¿hacemos que estas últimas también vayan acompañadas?. Además experiencia, ¿en cuanto a qué?, unos padres que no han abortado nunca tienen, en ese tema, la misma experiencia que su hija.

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  8. ¿Si una joven de 16 años no fuese cognitivamente madura, lo sería para cuidar un hijo?. No se trata sólo de la madurez o no de l apersona, sino de si se quiere traer un niño al mundo.
    Yo creo que el debate social, más que en la edad de la mujer, se da porque algunos siguen considerando el aborto (se haga en la semana que se haga) un asesinato.

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  9. Soy católica y contraria al aborto ,pero le daría derecho a otra persona a decidir en el momento que concibe.Sea quince ,dieciseis o dieciocho.
    Sobre todo cuando se trata de violaciones o directamente estupros que es en el caso de aprovecharse de una menor de edad y luego dejarla a la buena de Dios.
    También el caso de padres que han descuidado totalmente la guia de los hijos ,no tienen derecho a decidir por si o por no.

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