viernes, 27 de mayo de 2011

Rizzolati, las neuronas espejo y los especuladores financieros



Giacomo Rizzolati acaba de recibir el Premio Principe de Asturias de Investigación Científica y Técnica por su descubrimiento de las neuronas espejo. Parece que el descubrimiento tuvo lugar de forma algo fortuita, mientras que se estaba analizando la activación cerebral del área sensoriomotora del cerebro de un simio mediante electrodos y un auxiliar entró en el laboratorio comiendo un helado.  Se cuenta que determinadas neuronas del simio se activaron en el momento en que el auxiliar se llevaba a la boca el helado.
En experimentos posteriores se observó que las neuronas espejos se activan cuando observamos que alguien realiza una determinada acción como abrir la boca o rascarse la cabeza. Es decir, en el cerebro del observador se activan las mismas neuronas que en el del sujeto que realiza la acción, aunque con algo de menos intensidad, como si ese sujeto estuviese realizando dicha acción.  Este contagio se observa de forma muy clara ante las expresiones faciales, así los estudios con resonancia magnética funcional nos muestran cómo cuando los voluntarios cuyos cerebros están siendo escaneados observan un semblante triste o sonriente de otra persona, se activan en su cerebro las mismas zonas que en las personas que experimentan la emoción.
Por lo tanto, el fenómeno de la empatía o contagio emocional se asienta en estas neuronas espejo, que establecen un ámbito de sensibilidad compartida que nos permite entender mejor los sentimientos y estados emocionales de aquellas personas que vemos, al permitirnos convertirnos, de forma parcial, en ellas. Se trata de una especie de wifi emocional que nos facilita la comprensión de las emociones ajenas de una forma intuitiva, sin que intervenga el razonamiento. Por ello lloramos o reímos con la tristeza y felicidad ajena, incluso cuando estas son simuladas como en  el cine, y por ello nos afectan tanto las desgracias de otras personas y tratamos de aliviar su dolor.
Sin embargo, y aunque la empatía es un fenómeno natural que se encuentra en la base de la prosocialidad, existen muchos factores, tanto genéticos como contextuales, que marcan importantes diferencias individuales, y que hacen que en muchas personas la empatía sea tan débil que se vea desbordada por otros sentimientos y pasiones humanas como la envidia, la crueldad o la avaricia.
Eso explica en parte la actitud de los especuladores financieros, cuyo afán insaciable de enriquecimiento personal les llevó a causar una crisis que está provocando tanto dolor y sufrimiento en millones de personas, y que en el magnífico documental "Inside Job" muestran una insensibilidad y una falta absoluta de remordimiento. Sin duda, se trata de personas con un wifi emocional averiado, pero también son sujetos que han crecido en una sociedad individualista en la que el éxito personal y el enriquecimiento han prevalecido sobre otro tipo de valores, como la satisfacción por el trabajo bien hecho o el esfuerzo por mejorar con nuestra pequeña aportación el mundo en el que vivimos .
Y ello nos lleva a pensar en la enorme responsabilidad de los gobiernos que permitieron los movimientos especulativos que han arruinado el futuro de varias generaciones.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Obesidad infantil, pubertad precoz y salud



Los niños y niñas españoles están muy gordos. Y no lo digo yo, sino la mayoría de estudios que se han llevado a cabo en nuestro país a lo largo de la última década (aquí). Y hay razones sobradas para que nos preocupemos por ello, ya que la obesidad en la infancia y adolescencia es un claro predictor del sobrepeso en la adultez, lo que a su vez se asocia con diversos problemas de salud. Pero, a pesar de la gravedad de esa relación, la cosa no se queda ahí, ya que un elevado índice de masa corporal también se vincula con un inicio más precoz de los cambios puberales. Aunque en el pasado existían algunas dudas acerca de si era el exceso de grasa lo que precipitaba la pubertad o si, al contrario, eran los cambios puberales los responsables de la acumulación de grasa, en la actualidad este debate se ha resuelto a favor de la primera hipótesis.


Algún lector tal vez pueda pensar que el hecho de que un chico o una chica afronten precozmente los cambios puberales no tiene porque suponer un problema: "así maduran antes". Sin embargo, la realidad es bien diferente, ya que existe una abundante evidencia empírica que muestra cómo los adolescentes que experimentan los cambios puberales antes que sus compañeros presentan más problemas emocionales y depresivos y también más desajustes comportamentales. Esta asociación es bastante más significativa en el caso de las chicas que en el de los chicos. Pero no sólo se ha asociado la pubertad precoz con desajustes emocionales y conductuales, sino también con diversos problemas de salud en la etapa adulta como baja estatura, trastornos metabólicos y cardiovasculares y diversos tipos de cáncer (mama, testículo).

No es fácil encontrar una explicación a por qué los adolescentes con pubertad precoz desarrollan más problemas de ajuste psicológico, pero es muy probable que la justificación tenga que ver con los cambios cerebrales que tienen lugar durante la adolescencia. Como ya hemos explicado en este blog ( ver aquí), los primeros años tras la pubertad suelen estar marcados por un claro desajuste entre la actividad del circuito cerebral que controla los impulsos (corteza prefrontal) y el que los pone en marcha (sistema mesolímbico de recompensa), ya que mientras que el primero se encuentra aún inmaduro el segundo muestra una hiperexcitación como consecuencia de los cambios hormonales propios de la pubertad. Cuando la pubertad se adelanta, por ejemplo a los 9 ó 10 años, la hiperactivación mesolímbica va a coincidir con una mayor inmadurez prefrontal que se verá impotente como para controlar la impulsividad de un adolescente hiperexcitado e impulsivo, ya que el desarrollo prefrontal no se ve acelerado por los cambios puberales precoces.

Todo esto nos lleva a pensar que la importante prevalencia de obesidad que presentan nuestros niños y niñas puede tener importantes consecuencias a nivel emocional y comportamental, ya que muchos de los impulsos y de las reacciones emocionales de estos menores obesos que llegan demasiado pronto a la pubertad no van a ser controlados por una corteza prefrontal aún muy inmadura, lo que puede predisponerles a padecer trastornos emocionales y depresivos y a implicarse en conductas de asunción de riesgos.

Ni que decir tiene que también tendrán dificultades para controlar sus impulsos relacionados con la alimentación, por lo que también mostrarán una elevada predisposición a sufrir trastornos de la alimentación tras la pubertad.http://

jueves, 12 de mayo de 2011

La influencia del entorno del barrio sobre el desarrollo adolescente


El interés por el estudio de la influencia que el entorno comunitario del barrio de residencia ejerce sobre el desarrollo y ajuste de niños y adolescentes no es algo nuevo, ya que a lo largo del siglo pasado numerosos estudios analizaron los efectos que los entornos comunitarios desfavorecidos tenían sobre el rendimiento escolar y el ajuste comportamental de niños y niñas.

Como complemento a esos estudios centrados en las influencias negativas de los factores de riesgo, en los últimos años ha ido ganando peso la idea de que algunas características del barrio o comunidad pueden favorecer el desarrollo de niños y adolescentes. Así, en el marco del modelo de desarrollo positivo adolescente, algunos autores han propuesto el concepto de activos para el desarrollo (Developmental Assets) para hacer referencia a aquellos recursos presentes en el sujeto, en la familia, la escuela o la comunidad que resultan esenciales para la promoción del desarrollo positivo adolescente (Benson, Scales, Hamilton y Sesman, 2006).

Ya nos hemos referido en este mismo blog a la importancia de los activos familiares y escolares, pues bien, también algunos recursos del vecindario o barrio han mostrado su importancia sobre el desarrollo y la competencia de los chicos y chicas adolescentes. En un estudio que hemos llevado a cabo sobre una muestra de 2400 adolescentes pertenecientes a 20 centros educativos de Andalucía Occidental ha aportado una importante evidencia empírica acerca de la importancia de los activos situados en el barrio en que residen los adolescentes. Nuestros resultados indican relaciones  significativas entre la competencia y el ajuste adolescente y algunas dimensiones comunitarias, como la seguridad del barrio o el control social que las personas adultas que residen en ese vecindario ejercen sobre el comportamiento transgresor de los adolescentes También se relevaron como un activos importantes el empoderamiento y la valoración positiva de la juventud por parte de los vecinos adultos, o el sentimiento de pertenencia o de vinculación con la comunidad o barrio en que se vive.

Pues bien este estudio nos ha permitido validar y baremar distintos instrumentos psicométricos, entre los que figura la Escala para la evaluación de los activos del barrio, formada por 22 items que se agrupan en cinco dimensiones o subescalas: empoderamiento, apego al barrio, seguridad, control social y actividades para jóvenes. Esta estructura mostró unos buenos índices de ajuste que sirvieron para confirmar su validez.

La validación de la escala va a aparecer publicada en Social Indicators Research (la publicación online puedes encontrarla aquí) y la versión castellana con sus baremos en Oliva et al (2011). Si estás interesado en la utilización de la escala, puedes solicitarla a oliva@us.es.


Oliva, A., Antolín, L. y López, A. (en prensa). Development and validation of a scale for the measurement of adolescents' developmental assets in the neighborhood. Social Indicators Research.

Oliva, A., Pertegal, M.A., Antolín, L. Reina, M.C., Ríos, M., Hernando, A., Parra, A., Pascual, D. y Estévez, R. (2011). Desarrollo Positivo Adolescente y los activos que lo promueven. Sevilla: Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

martes, 3 de mayo de 2011

Educando en grupo


Educar a adolescentes no es una tarea que exija unos conocimientos muy especializados, y en la mayoría de ocasiones a padres y madres nos bastará con tirar del sentido común y de nuestra propia experiencia. No obstante, en otros momentos nos podremos sentir algo desorientados y perdidos, y el disponer de cierta información y de algún asesoramiento será una gran ayuda. Por ejemplo, conocer los cambios que conllevan la adolescencia, o saber cómo mejorar la comunicación y resolver los conflictos. También recibir algunas orientaciones concretas podrán influir positivamente sobre nuestras competencias parentales.

Pero no tardará en llegar el momento en que tengamos que afrontar decisiones acerca de asuntos parentofiliales cotidianos sobre los que raramente existen recetas eficaces. Por ejemplo, a qué hora debemos permitir que regrese a casa nuestro hijo o hija por la noche los fines de semana. O cuándo estará preparado para asistir con sus amigos a un concierto o a la discoteca. ¿Podemos permitirle que vaya con su grupo de camping a pasar el fin de semana?

Muchas preguntas ante las que con frecuencia nos sentiremos desorientados, puesto que combinar la satisfacción de las nuevas necesidades que surgen a partir de la pubertad con medidas de control, de las que somos responsables, que garanticen su seguridad no es algo sencillo. Y es una pregunta que padres y madres hacen con frecuencia.

Resulta complicado dar una respuesta concreta, ya que habrá numerosos factores que deben ser tenidos en cuenta: la edad, el nivel de madurez, la confianza en el grupo, las costumbres locales, la época del año…etc. En esos casos, mi recomendación es siempre la misma, la de hablar con los padres y madres de algunos de los amigos o compañeros de nuestros hijos, y tratar de llegar a un acuerdo consensuado. El diálogo, la reflexión conjunta y el intercambio de puntos de vista, pueden ser de mucha ayuda para resolver dudas y llegar a tomar una decisión, que aunque nunca será la única posible, al menos estará basada en la opinión de varios padres y madres, cada uno de ellos aportando sus valores, sus conocimiento y su experiencia. Por otra parte, es muy probable que esa decisión que afecta a todo un grupo de amigos adolescentes sea aceptada de mejor grado por todos ellos. Al fin y al cabo, si todos han de volver a casa a las 2 de la madrugada, qué demonios va a hacer uno de ellos solo en la calle hasta las 3. Y mucho se va a aburrir yendo en solitario de camping.

Por lo tanto, mi sugerencia al respecto es clara: tratar de establecer contacto con los padres y madres de algunos de los amigos de nuestros hijos para, en los momentos en que lo consideremos conveniente, reunirnos con ellos para tomar un café,  discutir largamente sobre estos asuntos, y tratar de llegar a un consenso que sea aceptado por todos. Yo lo hice, y creo que funcionó bien.