lunes, 21 de marzo de 2011

Cuando se protege en exceso



Los hijos necesitan para cerecer felices del apoyo y afecto de sus madres y padres, de eso no hay ninguna duda, pero no es ese el único ingrediente de un buen estilo educativo parental. También es necesario exigir, poner límites, decir no....

Sin embargo, cada vez es más frecuente encontar padres excesivamente permisivos y sobreprotectores. Se trata de padres y madres que desde la primera infancia han creado un entorno totalmente libre de obstáculos y han tolerado la mayoría de los caprichos de sus hijos, bien porque creen que es importante evitarles las frustraciones, o bien porque les ha resultado más cómodo mantener esa actitud sobreprotectora. Este estilo puede llevar a los padres a pensar que han educado bien a sus hijos rescatándoles de todo tipo de situaciones complicadas y resolviéndoles sus problemas, y no han tenido en cuenta la importancia que tiene aprender de los propios errores, experimentar frustraciones, demorar la gratificación, etc.

Sin embargo, las consecuencias del estilo sobreprotector pueden ser bastante negativas, ya que estos chicos y chicas no han tenido la oportunidad de desarrollar una adecuada tolerancia a la frustración, y se mostrarán muy irritados en todas las situaciones en las que la realidad no se ajuste a sus deseos, ya que no han aprendido a encontrar un equilibrio entre sus propias necesidades y las de los demás. Tampoco se sentirán capaces de resolver por sí mismos los problemas y las situaciones complicadas que puedan presentárseles, por lo que se verán agobiados y necesitados del apoyo de otras personas para resolverlos. Son muchas las tareas que chicos y chicas tendrán que afrontar durante estos años, y sus padres no estarán siempre a su lado para ayudarles. Por lo que es esperable que estos hijos sobreprotegidos se muestren extremadamente vulnerables, inmaduros y caprichosos, y terminen tiranizando y controlando emocionalmente a sus padres.



¿Cómo puedo actuar con mi hijo o hija adolescente?


Deja que resuelva sus propios problemas. ¿Vas a estar toda la vida sacándole las castañas del fuego?.


Deja que aprenda de sus errores. Equivocarse puede ser una magnífica oportunidad para madurar.


Deja que experimente algunas frustraciones. Poco a poco se irá haciendo más resistente y no se rendirá ante las situaciones difíciles.


Deja de permitirle que se salga siempre con la suya. No cedas a todos sus caprichos y exigencias.

6 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con esta reflexión.
    Soy madre de un hijo de 17 años y de una hija de 11, por lo que estos temas me interesan mucho.Leo mucho sobre ellos, así que al leer esta magnífica reflexión tuya, Alfredo, recordé otra que leí no hace mucho. Quizás tú la conozcas; si no es así aquí te la dejo: son "10 preceptos", como él los llama, que hay que evitar poner en práctica con nuestros hijos.
    Escrito por Dr. Peñafiel el 23/03/2010

    COMO HACER DE SU HIJO UN DELINCUENTE:
    1. -Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que le pida, Asi crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
    2. -Cuando diga malas palabras, riase de ellas, esto le hará pensar que es muy gracioso y le animará a decir palabras aún más graciosas.
    3. -No le dé ninguna educación espiritual, espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente por si mismo.
    4. -No lo reprenda nunca, ni le diga que está mal algo de lo que hace, podría crearle complejos de culpa, cuando más tarde lo arresten por algún delito, se consolará pensando que la sociedad está contra él y que es víctima de una persecución.
    5. -Recoja todo lo que él deje tirado, libros, zapatos, juguetes, ropa, hagaselo todo, ahorrele todo esfuerzo. Asi creerá que todos están a su servicio y se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
    6. -Dejele leer todo lo que caiga en sus manos, cuide bien que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero deje que se le llene la mente de basura.
    7. -Discuta y riña con su conyuge, papas, hermanos, e hijos en presencia de su hijo, así no se sorprenderá ni le dolerá demasiado el dia en que la familia quede destrozada para siempre.
    8. -Dejele todo el dinero que quiera gastar, no vaya a sospechar que para disponer de él, es necesario trabajar, ¿Porque dejar que el pobrecito pase los mismos sinsabores que usted?.
    9. -Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres, la mortificación y la austeridad no harían más que conducirle a una frustración perjudicial.
    10. -Pongase de su parte en cualquier conflicto que tenga, con los vecinos, maestros ó policias, piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo, que le han tomado manía y le quieren mal.

    Si pone en practica estos preceptos, prepárese para llevar una vida llena de pesares, que será la que usted misma se ha labrado, y cuando su hijo se encuentre en serios apuros, disculpese diciendo: "NUNCA PUDE CON ESTE MUCHACHO"
    Bienvenidos a este dramatico debate, muchas gracias

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  2. Mercedes, muchas gracias por dejar aquí esos preceptos. Muy acertados, aunque el número 3 no lo entiendo bien, supongo que con educación espiritual, el Dr. Peñafiel quiere decir educación moral, no religiosa.
    Si es lo segundo, discrepo.
    Un saludo

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  3. He accedido al blog por casualidad y me parece a golpe de pájaro muy interesante, sobre todo este post. Como Mercedes, yo también tengo inquietud por la educación, y me parece muy acertado lo que dices, así como esa relación del Dr. Peñafiel, que por cierto, ya conocía.
    Mi comentario va sobre tu respuesta al de Mercedes. Simplemente porque pienso que de estos tres conceptos (religión, espiritualidad, moral) a veces es difícil saber donde comienza uno y acaba otro. Si en un principio parece que está claro, entiendo que cuando profundizas un poco esas fronteras que estaban tan claras se van difuminando poco a poco —sin ánimo por otro lado de que lleguen a confundirse—. Por ejemplo, ante tu afirmación, yo creo que una persona puede ser perfectamente espiritual y no profesar ninguna religión. Yo creo que cuando una persona se plantea el problema de Dios, por ejemplo, independientemente de la respuesta que le dé —fe o ateísmo— ya está poniendo de manifiesto esta dimensión espiritual. Yo creo que la espiritualidad humana nos lleva a plantearnos determinados temas -ya digo, independientemente de la respuesta que se le dé- temas que pertenecen a esta dimensión espiritual, y no a otra, como la psicológica por ejemplo. De hecho, yo creo que la religión es una respuesta a una pregunta previa del ser humano, unan pregunta previa y espiritual, y se trata de una respuesta entre otras posibles. Para mi tan espiritual es un ateísmo bien fundamentado como una fe (que también necesita estar bien fundamentada, cosa que a lo mejor no está tan clara entre los creyentes).
    En fin, gracias una vez más por el post. Creo que en esta querida sociedad nuestra hace falta que los padres leamos cosas así.

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  4. bueno me parece que decirle que no y ponerle limites a los niños es mas complicado...

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  5. me parece que es mucho mas comlicado decirle que no a los niños.. esta muy bien el aticulo gracias.

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  6. Gracias!! Por sus consejos desafortunadamente e tenido que pasar por situaciones muy fuertes para buscar estos temas..piensas que tu forma de crear esta bien hasta que tu hijo crece y la obra no fue buena.....pero a hecharle ganas y aprender de los errores. No se como ayudar a mi hijo....! Y eso me duele!!

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