sábado, 27 de noviembre de 2010

¿Curar la homosexualidad?


Ya estamos en la lista. Me refiero a la Universidad de Sevilla y la lista de universidades españolas que imparten cursos o actividades relacionados con las pseudociencias como la astrología, el espiritismo o la homeopatía. http://listadelaverguenza.blogspot.com/.

El motivo que no has llevado a obtener tan preciado galardón es la distribución en la Facultad de Psicología del "libro" de Richard Cohen, un personaje bastante freaky que lleva años divulgando su terapia encaminada a devolver a los individuos homosexuales a la sagrada senda de la heterosexualidad.

Es bien sabido que la homosexualidad fue retirada del DSM-IV en 1973 y dejó de ser considerada una enfermedad, y que la mayoría de trastornos psicológicos asociados a esta orientación sexual obedecen a los prejuicios homófobos que tanta presencia han tenido en nuestra sociedad. Luchar contra esos prejuicios es la principal vía para normalizar la vida de quienes se sienten atraídos por personas de su mismo sexo. Por contra, volver a patologizar la homosexualidad es el camino más directo para fomentar el prejuicio homófobo y, como consecuencia, aumentar la exclusión y el sufrimiento de esta “minoría invisible”.

Entiendo que el debate científico y riguroso es esencial para el avance y la consolidación de una ciencia tan frágil como la Psicología, por lo que decido dar una oportunidad a Cohen y busco en la red algunas referencias sobres sus trabajos científicos. Bueno, la cosa no está fácil, nada por aquí, nada por allá. Pero encuentro un enlace al libro en el que expone los fundamentos de su terapia maravillosa, por lo que decido echarle un vistazo.

El índice ya promete, pero su el contenido es auténtica droga dura. El escritor demuestra estar dotado de un buen sentido del humor y de una opinión bastante pesimista sobre el nivel intelectual de los potenciales lectores de su libro. El texto incluye algunas referencias que pretenden darle un aire algo serio, claro que la mayoría de estas citas son algo rancias, incluso alguna de ellas es de una publicación que no ha pasado por el cauce usual de toda publicación científica, la revisión por pares. Vean si no este ejemplo:

"El hecho de que el padre de Jared le prohibiera expresar su ira también supuso otra influencia importante. Cuando el padre de Jared era pequeño, a él tampoco se le permitió expresar su ira en casa. De este modo, transmitió a su hijo una parte desconocida de su carácter, el niño airado reprimido" (Éxodo 34, 7).

En efecto, se trata del Antiguo Testamento, una fuente incontestable y de indudable rigor científico. Y es que el autor afirma más adelante “Dios nos ha dado a todos la capacidad de curarnos y de recuperarnos por completo en cualquier momento”. La verdad es que no me parece de recibo que un psicoterapeuta cobre a sus pacientes si el trabajo lo va a hacer Otro, y supongo que la comisión deontológica de nuestro colegio profesional tendría algo que decir al respecto.

Pero las referencias al poder sanador del Ser Supremo no quedan ahí, para muestra algunas otras perlas:

la persona en proceso de recuperación necesita sanar su mente, su corazón, su cuerpo y su espíritu. Necesita tener verdadera intimidad consigo mismo, con Dios, con los demás y con la Creación.”

“una curación auténtica y duradera tendrá lugar cuando el amor de Dios se manifieste y experimente a través de las personas”.

Claro que la terapia propuesta no es labor exclusiva de Dios, también se puede colaborar en la sanación desde aquí abajo:

“Hay que hacer una cantidad suficiente de ejercicio, de deporte y de diversión, y llevar una dieta adecuada. Puede ser útil hacer ejercicios de musculación con la ayuda de un terapeuta cualificado”.


Bueno, leer esto último me tranquiliza mucho, pues creo que algunos de mis amigos gays están en el buen camino, ya que les encantan los gimnasios y los ejercicios de musculación con entrenadores cualificados. Sin embargo, no he notado en ellos ningún indicio de que se estén volviendo heterosexuales, sino más bien todo lo contrario. Cada vez se les ve más contentos y satisfechos con su “desviación”.




11 comentarios:

  1. Tranquiliza leer que no todos los psicólogos están empeñados en curarnos. Y entiendo que la Iglesia quiera sanar a sus curas pederastas. Eso sí que son enfermos.
    Un saludo

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  2. Sebastián, en todo caso, sólo algunos psicólogos querrán curar la homosexualidad. Te aseguro que en nuestra profesión, eso debe ser una excepcíón.

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  3. No es saludable categorizar de homofóbico a todo aquel que no compagina con el homosexualismo. Déjenlo expresarse; escuchen sus argumentos; consideren su aporte. O se volverán tiranos respecto a sus creencias, ciencias y conciencias, propias y ajenos.

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  4. Me sorprende esta entrada, Alfredo, tengo mucha curiosidad por saber exactamente qué día fue esa conferencia de Cohen. Porque si te refieres a la que hubo el jueves 18, siento comunicar que no tuvo nada que ver con la homosexualidad, sino con la liberación de los pobres.

    Por otra parte, creo que la Facultad de Psicología no es responsable de que viniera este grupo. Las jornadas estaban organizadas por el SARUS y el Movimiento Cultural Cristiano y los espacios cedidos por la Facultad de Filosofía.

    Este grupo aprovechó la conferencia para lanzar toda su ideología en forma de carteles y de libros, entre los que se encontraba tan espectacular ejemplar: Cómo comprender y sanar la homosexualidad.

    Comparto, hasta cierto punto y con dudas, las críticas sobre que en la Facultad no se debería permitir la venta de este tipo de libros, y por supuesto comparto la crítica hacia el libro en cuestión.

    Sin embargo, pensar que la Facultad de Psicología, o cualquier miembro de la misma, ha promovido de alguna manera la idea de que la homosexualidad se puede curar, me parece erróneo y sesgado por las informaciones que están circulando.

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  5. Tienes razón, Alexandra. Parece que este sujeto no estuvo en la facultad. Sólo su libro.
    Creo que el malentendido se ha generado a partir del video que se grabó y colgó en Youtube en el que aparecen unas declaraciones, a nivel personal, poco afortunadas de algún compañero.
    He suprimido de la entrada la referencia a la apócrifa conferencia de Cohen.
    Un saludo

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  6. Alfredo, y cómo propones tú que los homosexuales que no queremos serlo normalicemos nuestra salud mental? Lo pasamos más mal de lo que tú piensas.

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  7. A principios de octubre estuve en el XI congreso español de sexología y, en la conferencia inaugural, Pedro Zerolo dijo algo que me gustó mucho: En 1990 la Organización Mundial de la Salud hizo la curación en masa más grande la Historia de la Humanidad, sanó a millones de personas sacando la homosexualidad de la CIE.

    Y en referencia a la entrada anterior a esta, ¿normalizar su salud mental? ¿qué es normal? ¿quién dice lo que es y no es normal? En la Grecia clásica y en otras culturas, la homosexualidad es normal, no traumática e incluso deseable.

    La represión se inventa.

    Un saludo

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  8. La homosexualidad se da en toda clase de animales; es una condición genética que hay que aceptar sin escándalo. Lo que genera el rechazo, es el griterío de las locas.

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  9. Sé perfectamente que la toma de conciencia de una orientación homosexual suele ser muy complicada para muchos chicos y chicas. Las razones de estas dificultades tienen mucho que ver con que se trata de algo inesperado para ellos/as, ya que las relaciones homosexuales no suelen estar presentes en cuentos, textos o películas infantiles, porque la homofobia que aún persiste en nuestra sociedad sigue considerando estas relaciones como algo inapropiado o incluso sucio que hay que apartar de la mirada de niños y niñas.
    El prejuicio homófobo es otro factor que contribuye a este sufrimiento de muchos chicos y chicas homosexuales.
    Desde mi punto de vista, la labor del psicólogo debe ser apoyar al homosexual en su proceso de toma de conciencia o "coming out". No hay ninguna evidencia empírica sobre terapias que consigan cambiar la orientación sexual de forma definitiva. Aunque claro, si, como propone Cohen, Dios echa una mano...
    Un saludo

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  10. Yo no me tomaría tan a pitorreo a Dios, vaya a ser que toque a ti cambiar de gustos sexuales y ya verás cómo piensas de otra forma...

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  11. Dios?¿?¿?¿ alguien lo ha visto???, si alguien tiene su msn que me lo dé, me gustaría hablar con él y resolver algunas dudas.
    salu2

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