miércoles, 17 de septiembre de 2008

Los Serrano: la reconstitución familiar vista con ojos amables


No sé si seréis seguidores incondicionales de esta serie de televisión tan amable. Yo no lo soy, pero he tenido la ocasión de ver algunos episodios sueltos a lo largo de los últimos años. Hay que reconocer que son una familia compleja pero divertida, en la que, aunque hay conflictos, la comedia predomina de forma clara sobre el drama. También es indudable que la serie ha contribuido a retirar el estigma que, como una losa, pesaba sobre las familias reconstituidas. Así, muchos menores han podido contemplar una imagen bien diferente a la de la malvada madrastra de Blancanieves. También hay que reconocerle el interés por promover valores relacionados con la tolerancia y por combatir prejuicios de carácter sexista. Aunque tal vez se les haya ido la mano con el estereotipo de varón español.

Pero no todos son parabienes, y junto a esos probables beneficios quiero destacar un indeseable efecto secundario: la divulgación de una imagen demasiado idealizada y optimista acerca de lo que supone la reconstitución familiar. Y es que formar una nueva familia no es una tarea fácil, y exige un enorme esfuerzo y un claro compromiso por parte de la nueva pareja. Tendrán que fortalecer su vínculo marital a la vez que renegocian las relaciones con el padre no custodio; establecer relaciones con la familia extensa; construir una nueva historia familiar sobre la previa; y, lo más complicado, iniciar unas nuevas relaciones entre el nuevo padre o madre y el menor. Aunque muchas familias consiguen superar con éxito todas esas pruebas de fuego, también hay que reconocer un importante número de fracasos. Y algunos de los factores que abren el camino del fracaso son las expectativas excesivamente optimistas, como la ingenua idea de que los menores aceptarán de inmediato al nuevo padre, o de que los nuevos hermanos se llevarán bien desde el primer día. Cuando se va hacia la reconstitución con esa ilusión la decepción no suele tardar mucho en llegar.

En cambio, unas expectativas realistas, una buena formación sobre el asunto, la adopción por parte del nuevo padre de un papel cercano pero poco intrusivo, el apoyo de la familia extensa y la disponibilidad de recursos de apoyo serán factores que contribuirán al éxito de la reconstitución familiar. En nuestro país existen escasos programas preventivos o de formación para este tipo de familias, pero algunas experiencias llevadas a cabo en otros países son bastante prometedoras.

2 comentarios:

  1. Es cierto que formar una familia reconstituida no es un camino de rosas pero no supone un esfuerzo insuperable. Por eso el tono positivo y humorístico de la serie me gusta porque muestra como se puede formar una familia en esos términos.

    Personalmente la serie no me gusta nada. Vi los primeros episodios y después no hacían más que repetir el mismo argumento que mucho tenía que ver con el esteriotipo machista que comentas.

    De lo que vi, me pareció muy acertado mostrar el problema del incesto en las familias reconstituidas. Cuando se habla de ello, la mayoría de las personas piensan en el abuso de padres (varones) a hijas y se olvidan de las posibles relaciones entre iguales (hermanos).

    Con el alto número de separaciones y divorcios, las familias reconstituidas serán, si no lo son ya, la familia más frecuente española y de gran parte de occidente. Por lo que, como dije al principio, mostrar un modelo positivo de esa familia me parece un acierto.

    Un salud y felicidades por el Blog.

    Pedro

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  2. Pedro, como comentaba en la entrada,aunque esa imagen positiva ayuda a retirar el estigma que aún acarrean estas familias, la visión excesivamente idealizada es uno de los factores de riesgo del fracaso de la reconstitución. Al menos eso encuentran algunos estudios. Pensar que los hijos van a aceptar de inmediato al nuevo padre, o que los nuevos hermanos se llevarán de maravilla suele conducir a una decepción casi segura. Estas familias deben ser conscientes de que tienen un reto complicado por delante. Así, podría reducirse el elevado número de familias reconstituidas que vuelven a separarse.

    Un saludo

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