Ya comenté en este blog algunos de los datos obtenidos en el estudio sobre diversidad familiar que hemos llevado a cabo las universidades de Sevilla y el País Vasco (ver aquí). Los resultados indicaron de forma clara que las familias formadas por padres gays o madres lesbianas tenían hijos que mostraban un buen ajuste emocional, comportamental y escolar. Ello no resulta sorprendente si tenemos en cuenta que, por lo general, estas familias ofrecían un contexto muy favorable para el desarrollo del menor, como una buena historia evolutiva previa, caracterizada por la ausencia de conflictos familiares, la estabilidad en la relación de la pareja o los cuidados sustitutos de calidad. También eran familias en las que se ofrecían una estimulación y unas experiencias ricas y adecuadas al nivel del menor, y en las que los estilos parentales de crianza no presentaban rasgos permisivos o autoritarios, sino que se caracterizaban por el afecto y las prácticas disciplinarias inductivas. Se trataba también de madres y padres que daban también mucha importancia en la educación infantil al fomento de valores como la igualdad, la justicia, la tolerancia y el respecto a los demás, y ofrecían un modelo muy igualitario en cuanto al reparto de roles, lo que a su juicio podía llevar a la adopción por parte de sus hijos e hijas de unos roles de género más flexibles y adaptativos. Además, los hijos de estas parejas fueron muy deseados, por lo que no es de extrañar que la implicación parental fuera muy alta.
La mayoría de las familias homoparentales entrevistadas tenían hijos que habían sido concebidos mediante técnicas de inseminación artificial (23), mientras que otros habían sido adoptados (8), y sólo 3 procedían de relaciones de pareja previas. Tal vez, el hecho de que fuera muy bajo el número de familias homoparentales que a su vez eran familias reconstituidas sea un rasgo de la muestra que haga que éstas muestren un perfil muy saludable, ya que como encontramos en este mismo estudio, las familias reconstituidas solían ser más problemáticas, y ofrecían contextos de desarrollo menos favorables, que se ponían de manifiesto en algunos problemas de ajuste en los menores que habían experimentado la separación de sus padres.
Estas parejas homoparentales también tenían sus preocupaciones y sus necesidades. En cuanto a las primeras, mencionaron el miedo a los prejuicios y al rechazo que existen sobre la homosexualidad, en general, y sobre este tipo de familias, en particular. O la escasez de referentes sociales, habida cuenta de que aún es escaso el número de familias formadas por parejas del mismo sexo. A pesar de ello, salvo algunas excepciones, la mayoría de estas parejas indicaron que su entorno (familia, amigos, profesores del menor) había mostrado una actitud de apoyo y aceptación de su decisión a formar una familia.
En cuanto a sus necesidades, estas parejas indicaron la necesidad de formación específica sobre cómo ejercer el rol parental, o de contactar con otras familias similares con las que compartir sus dudas e inseguridades.
La mayoría de las familias homoparentales entrevistadas tenían hijos que habían sido concebidos mediante técnicas de inseminación artificial (23), mientras que otros habían sido adoptados (8), y sólo 3 procedían de relaciones de pareja previas. Tal vez, el hecho de que fuera muy bajo el número de familias homoparentales que a su vez eran familias reconstituidas sea un rasgo de la muestra que haga que éstas muestren un perfil muy saludable, ya que como encontramos en este mismo estudio, las familias reconstituidas solían ser más problemáticas, y ofrecían contextos de desarrollo menos favorables, que se ponían de manifiesto en algunos problemas de ajuste en los menores que habían experimentado la separación de sus padres.
Estas parejas homoparentales también tenían sus preocupaciones y sus necesidades. En cuanto a las primeras, mencionaron el miedo a los prejuicios y al rechazo que existen sobre la homosexualidad, en general, y sobre este tipo de familias, en particular. O la escasez de referentes sociales, habida cuenta de que aún es escaso el número de familias formadas por parejas del mismo sexo. A pesar de ello, salvo algunas excepciones, la mayoría de estas parejas indicaron que su entorno (familia, amigos, profesores del menor) había mostrado una actitud de apoyo y aceptación de su decisión a formar una familia.
En cuanto a sus necesidades, estas parejas indicaron la necesidad de formación específica sobre cómo ejercer el rol parental, o de contactar con otras familias similares con las que compartir sus dudas e inseguridades.
Por lo tanto, los resultados del estudio indicaron que las familias homoparentales no suponían ningún riesgo para el ajuste psicológico de los menores, ya que ofrecían una estimulación, unos estilos parentales y unos cuidados de mucha calidad para el desarrollo infantil. Teniendo en cuenta estos datos, parece que las parejas formadas por personas del mismo sexo pueden ser consideradas idóneas para la adopción, siempre que cumplan los mismos requisitos que cualquier pareja heterosexual. De esta forma no será preciso que recurran al robo de niños, como ha ocurrido con una pareja de pingüinos “gays” de un zoo chino, que han sido castigados por tratar de robar los huevos de parejas heterosexuales: parece que el instinto materno o paterno no conoce fronteras, ni de especies ni de orientación sexual. (ver aquí).
Me encanta leer que se hacen este tipo de estudios y que los resultados no son otros sino los que comentas, a ver si no tienen que pasar muchos más años para que la cosa se normalice completamente.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo.
Enhorabuena por la investigación!
ResponderEliminarNo hay como combatir los prejuicios con buenos datos, aunque por supuesto ciertas actitudes son impermeables a la ciencia :)
Gracias por vuestro interés.
ResponderEliminarEl miércoles pasado tuve la suerte de participar en las II Jornadas sobre familias homoparentales celebradas en la Universidad Autónoma de Madrid, y me llevé una gratísima impresión. Por suerte, la situación de estas familias está cada vez más normalizada.
Un saludo
No entiendo.
ResponderEliminarSegún esto: ¿Es intrascendente tener padre y madre?.Yo me crié con los dos,y estoy intuitiva pero 100% segura que no sería la misma persona si me hubiese faltado uno de ellos.
¿Tener o no tener madre es irrelevante?.Quiero que me aclaren aquello.Si me demuestran que para aprender a ser mujer no es importante contar con un modelo materno,pues no hablo más,pero nadie dice nada del tema.
Estoy un poco aburrida de que cuando uno se manifiesta en desacuerdo a que familias homosexuales traigan un niño le lancen el epíteto de homófobo.Es como ¡fin de la conversación!.Me cuesta creer que no tenerlos a ambos progenitores es intrascendente.
Mi padre y mi madre,aun cuando bregaban para el mismo lado,muchas cosas diferentes me enseñaron,y que tenían que ver,obvio con que eran dos personas distintas,pero también porque eran hombre y mujer.No tengo ninguna convicción religiosa para favorecer la familia heterosexual,pero si creo que la ley natural precede a las leyes y convenciones humanas.
Atarantada, no creo que seas homófoba porque te surjan dudas sobre la idoneidad de las familias homoparentales para criar a un hijo o a una hija. En realidad, a primera vista puede resultar chocante o contraintuitivo, ya que hemos crecido en un mundo en que se consideraba fundamental para el desarrollo normal del niño el poder contar con una figura paterna y una figura materna. También muchos psicólogos nos sentimos algo sorprendidos cuando los primeros estudios indicaron que muchos menores se desarrollaban sin ningún tipo de problemas en estas familias. Hoy día, los datos son bastante contundentes al respecto, y no hay ninguna razón de peso que desaconseje la idoneidad de una pareja para criar a un niño por el simple hecho de ser homoparental.
ResponderEliminarEs muy probable que no fueras la misma persona si te hubiese faltado alguno de tus progenitores, lo que no está claro es que fueses una persona peor de lo que eres.
Un saludo
Me parece muy superficial la forma como se trata el tema, como es la adaptación de estos niños en el medio social, sufren de acoso escolar?, crearan escuelas de niños de familas homoparentales?, como se siente un niño cuando en el grupo la mayoria de los niños proviene de hogares heterosexuales, Les falta ondar en el tema.
ResponderEliminarPor supuesto que ahí que seguir investigadno sobre el tema, pero al menos, ahora sabemos algo que antes no sabíamos: que estos niños pueden crecer tan felices como quienes viven con familias tradicionales.
ResponderEliminarEl rechazo que pudieran sufrir estos niños irá desapareciendo en la medida en que desaparezcan las actitudes homófobas de la sociedad. Sobre eso también hay que seguir trabajando.
Un saludo
En mi(nuestro) caso la adaptación al contexto escolar fué fabuloso, de hecho en el último año yo, padre de familia homoparental, fuí el vicepresidente de la asociación de padres de la escuela. Y hablamos de una escuela pública de un barrio social humilde en un país como Portugal en el que ni tan siquiera el matrimonio homosexual es reconocido. Cierto es que suele ser cuestión de suerte, no puedo decir que mi()nuestra) experiencia sea una experiencia modelo.
ResponderEliminarNuestro hijo ahora pasa de ciclo escolar y, por tanto, de escuela, veremos que tal en esta nueva etapa.
Enhorabuena por el blog :)
Para todos los que quieren crear su propia familia y buscan a co-padres o co-madres, para concebir hijos, os aconsejo visitar este nuevo site: Co-padres.net
ResponderEliminarCo-padres.net es el 1er sitio de pequeños anuncios para futuros co-padres. Se acaba de estrenar la versión española, y ya tiene mucho éxito en Francia, Reino Unido… y cada vez más países.
Está abierto a todos los que están en una situación que nos les permite tener hijos biológicamente. Pueden ser homosexuales o heterosexuales, solteros o en pareja, todos tienen el mismo deseo: ¡ser padres!
El sitio es muy nuevo (¡es todavía un bebé!), así que no duden en dejarnos comentarios... ¡Gracias!