domingo, 28 de octubre de 2012

Moralidad y desahucios




Laurence Kohlberg propuso hace medio siglo un modelo que trataba de describir el desarrollo del razonamiento moral desde la infancia hasta la edad adulta. Su modelo se basó en un estudio sobre  una muestra de sujetos a los que planteaba una serie de dilemas morales , por ejemplo, si está o no justificado que una persona robe una medicina que no puede pagar pero que salvaría la vida de su mujer enferma. Su modelo describía la evolución de la moralidad a partir de tres niveles o fases sucesivas: preconvencional, convencional y postconvencional. El avance a través de estos niveles estaría propiciado por el desarrollo cognitivo y por las experiencias personales en un mundo social. Según el psicólogo norteamericano, el nivel convencional, propio de la mayoría de los sujetos adultos, se caracteriza por un apego estrecho a las normas y reglas establecidas democráticamente y que regulan el funcionamiento de la sociedad. El seguimiento estricto de estas normas por parte de los ciudadanos sería lo que caracterizaría el funcionamiento ordenado de la sociedad, y que evitaría el caos social. En esta etapa del desarrollo moral, la sociedad se sitúa por encima del individuo.  Se trata de una ética convencional y racional que carece de la flexibilidad necesaria para tener en consideración las sutilezas de algunas situaciones de personas o grupos, ya que los procedimientos democráticos no garantizan el respeto de los derechos de las minorías.

Pues bien, escuchando las opiniones de bastantes políticos y tertulianos a la hora de justificar que muchos ciudadanos se vean desprovistos de sus viviendas por la imposibilidad de hacer frente al pago de sus hipotecas, parece muy evidente que sus justificaciones encajan en este nivel de razonamiento moral convencional, que dista mucho de ser el más evolucionado.  Según Kohlberg, el nivel más avanzado o postconvencional se caracteriza por ser  una perspectiva  centrada en los derechos individuales: los derechos humanos básicos (vida, libertad, trabajo, vivienda) deben situarse por encima de la sociedad y sus leyes. Sería una obligación moral de los ciudadanos oponerse mediante procedimientos democráticos a las leyes y contratos sociales injustos que  violasen esos derechos individuales.

Si es cierto, que quienes están siendo desahuciados firmaron un contrato "legal" con su banco, también es cierto que la Constitución Española establece en sus artículos 35 y 40, el derecho de los españoles y españolas al trabajo y a una vivienda digna. Me resulta difícil  entender que un gobierno democrático no sea capaz de garantizar estos derechos mediante medidas económicas que permitan un rescate de los particulares afectados (unas 350.000 familias han perdido su vivienda en los últimos tres años) cuando, en cambio, ha destinado millones de euros a rescatar a la banca. Aún más perplejidad produce comprobar cómo en lugar de implementarse políticas económicas  que permitieran una redistribución de la riqueza para paliar las situaciones más dramáticas, observamos con estupor un aumento de las diferencias entre los sectores sociales más favorecidos y los que menos tienen.

No estamos atravesando solamente una crisis económica, sino también una profunda crisis moral en la que sociedad y sus gestores no son capaces de  garantizar los derechos básicos de la ciudadanía pero sí de permitir que  se enriquezcan algunos sectores sociales caracterizados por una falta de empatía y de solidaridad  que rayan la inmoralidad. Y resulta patético que quienes fueron elegidos por la ciudadanía para hacerse cargo de la gestión de lo público muestren una nivel tan poco evolucionado de desarrollo moral, cuando deberían ser los más postconvencionales.  Así no va.

9 comentarios:

  1. Es evidente que Laurence Kohlberg carecía de una perspectiva completa de la situación compleja de la sociedad y de los individuos que vivimos hoy. Me parece simplista y vulgar, además de peligroso, presentar el individuo y “la sociedad” como si fueran el gato y el ratón, dos enemigos enfrentados de manera irreconciliable que se quitan “derechos” el uno al otro.

    El mismo señor que roba medicinas para salvar la vida de su mujer sin ser inmoral podría matar para quitarle la mujer a otro (justificado por la complejidad de sus deseos y de su amor absolutamente transcendental hacía dicha señora).

    Veo que el articulo que propones es una defensa del individuo convertido en victima de “la sociedad” de la reglas, normas y leyes.

    Y porque yo sí soy un individualista, te propongo otra lectura del individualismo y sobre todo de la palabra “derecho”.

    El verdadero individualista no es el que sabe cuales son sus derechos como individuo, sino el que sabe que nadie es responsable de su felicidad. De la misma manera que ves la gran bestia capitalista comiéndose a los pobres individuos inocentes, yo veo individuos (no tan inocentes) que aprovechan situaciones puntuales sin evaluar sus propios limites y sin pensar en los demás individuos. Me explico haciendo referencia al ejemplo de las medicinas (que sigo considerando vulgar): la libertad individual del señor que roba medicinas para salvar a su mujer es igual de legitima que la libertad individual del dueño de la farmacia de impedírselo para dar de comer a su familia (o de comprarles un castillo, o cualquier otra cosa que le apetezca) – y eso gracias al mismo derecho individual.

    Creo que la sociedad (o el gobierno o los que tienen el poder o los que reciben los votos o el sistema) tiene que impactar de manera minima en la vida del individuo garantizando un nivel mínimo que peligrosamente llamamos “digno”.

    Ahora bien, te digo que el derecho a un trabajo digno esta completamente asegurado en la sociedad española. Lo que no esta garantizado es un sueldo excelente para alguien que no aporta valor añadido. Creo que muchas veces pecamos de algo terrible: pensamos que el mundo y la sociedad nos deben algo porque hayamos nacido. Y no es así. Nadie nos debe nada, tenemos que ganarlo. Tenemos que luchar por ello. Y si queremos ganar mas dinero (porque por muy contradictorio que parezca, los que mas se quejan son los que mas felices estan con solo tener dinero , divertido, ¿no?) solo tenemos que aportar mas valor al que nos paga. Es así de facil.

    Creo que los individuos (que no la sociedad) deberíamos aprender a vivir de manera distinta. Al fin y al cabo este mundo sufre desde su nacimiento diversos dramas todos relacionados con la cantidad y calidad de los recursos disponibles.

    En pocas palabras:

    Me gustaría escuchar de vez en cuando que alguien quiere trabajar mas porque es su derecho.

    Me gustaría que los individuos que han comprado un piso por 8 millones de pesetas hace 15 años lo sacaran a la venta por exactamente lo que vale, es decir 48 mil euros.

    Me gustaría que los individuos, cuando quieren ser felices, en lugar de preguntarse: ¿Cómo puedo llegar a tener el chalet y el BMW? Se preguntasen : ¿Cuál es el valor que yo puedo aportar a los demás individuos?.

    Podríamos hablar años sobre estos temas y temo que nunca resolveríamos nada. Esta en el destino de la humanidad ser victima de sus propios deseos. Creo que lo peor del individuo es el hecho de querer salvar mas a “SU” mujer que a “QUALQUIER” mujer. Se llama “voluntad de poder”. Siempre seremos mas sensibles a NUESTRO drama que al drama de los demás.

    En fin, me llena de cierta tristeza que todavía no hayamos aprendido que no ESTAMOS en un atasco, SOMOS el atasco, y para eliminarlo solo tenemos que dejar el coche en casa. Es mucho mas fácil apuntar a los demás como culpables de nuestra infelicidad, y si TIENEN mas que nosotros, mejor .

    Un saludo.

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  2. Buenas, Alfredo. Corrígeme si me equivoco, pero diría que el propio Kohlberg sostenía que la importante no son los resultados del juicio moral (robar sí frente a robar no), sino los procesos de pensamiento. Por tanto, ¿no sería perfectamente viable los desahucios con una pensamiento moral de alto nivel?

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  3. Topo, tienes razón en tu apunte de la importancia del razonamiento o argumentación del sujeto para catalogar una respuesta como propia del nivel convencional o postconvencional. Por ejemplo, una simple respuesta exculpatoria del robo de la medicina no bastaría en absoluto para ser considerada postconvencional. Por lo tanto, sería posible considerar postconvencional alguna argumentación muy elaborada sobre el asunto del desahucio, aunque debería hacer referencia a una situacion muy concreta, y no sería generalizable a todos los desahucios.
    Dese mi punto de vista, no serían validos los argumentos como los expuestos por Anónimo, que entran claramente dentro del nivel convencional (etapa 4 de las seis propuestas por Kohlberg). Este párrafo es muy parecido a los ejemplos convencionales que Kohlberg expone:
    "El mismo señor que roba medicinas para salvar la vida de su mujer sin ser inmoral podría matar para quitarle la mujer a otro (justificado por la complejidad de sus deseos y de su amor absolutamente transcendental hacía dicha señora)" 100% convencional.
    El debate sobre la responsabilidad del individuo y el papel del Estado es interesante, aunque lo expuesto por Anónimó es uno de los clásicos argumentos neoliberales. Y decir que "el derecho a un trabajo digno está completamento aegurado en la sociedad española" me parece que entra dentro de lo delirante. Aunque, claro, si se refiere a que puedes trabajar en algo bonito aunque no te paguen, o te paguen una miseria.....
    Creo que uno de los problemas de la sociedad capitalista tiene que ver con la ética calvinista y la jodida e injusta idea de la meritocracia. La creencia de que algunos individuos son más valiosos que otros, y por ello deben tener más derechos: mejor educación, mejor atención sanitaria....
    Por cierto, Anónimo la propuesta del razonamiento moral postconvencional de Kohlberg puede ser tachada de cualquier cosa antes que de simple (las principales críticas han sido de corte feminista, por parte de Carol Gilligan). En mi entrada he tenido que simplificar en exceso el modelo, pero puedes encontrar explicaciones muy exhaustivas en la red sobre este modelo de desarrollo moral.
    Un saludo



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  4. Alfredo, soy Anonimo, puedes llamarme Cosbuntu si te apetece :-P.

    Yo no he dicho que la teoría del señor Kohlberg sea simple. He dicho simplista y vulgar. Simplista significa digna de las mentes menos afortunadas. Vulgar significa a gusto del vulgo, de la mediocridad y de la suficiencia endemica. Y me reafirmo en ello.
    Tienes razon, algunas ideas mias son totalmente neoliberales. Pero no creo que tengan ni mas , ni menos validez por serlo. Hace mucho tiempo he dejado de leer libros porque la mayoria estan escritos por necios del tipo maas peligroso descrito por un tal Umberto Eco: el imbecil, que todo lo asimila como si fuera a confirmar sus teorías. Hay un monton de estos en la historia de la literatura así que prefiero la contemplacíon critica y cinica de la realidad que me rodea como fuente de ideas.

    Creo que en tu frase que hace referencia a la meritocracia estas denaturando el sentido de la meritocracia: no se trata de que un individuo tenga mas o menos derechos que otro. Simplemente hay individuos que trabajan por ejemplo mas o mejor que otros y por lo tanto merecen un sueldo mas alto. Tu mismo dices que en españa tienes que trabajar cobrando una mierda. Es decir te parece problematico que para un trabajo bien hecho recibas una recompensa ridicula. Como te parece entonces cuando alguien que esta en un puesto de trabajo en modo "presentismo" es decir sin hacer nada valioso perciba lo mismo que tu que digamos lo haces y lo haces bien :-). No es meritocracia lo que tu predicas? Solo que el unico merito en este caso es el que exitimos. Y lo que yo digo es que por el mero hecho de haber nacido no merecemos tanto. O quizas sí. Merecemos exactamente lo que la naturaleza nos ha dado. Pero nada mas.

    Creo que soy mas valioso (insisto, profesionalmente) que otros individuos y tambien que hay otros que son mas valiosos (tambien profesionalmente) que yo. Tambien creo que los individuos tienen sueños distintos. Lo que a uno le trae felicidad, a otro le amarga la vida.

    TE había dicho en mi primer comentario, podríamos hablar años sobre los limites de la moralidad, sobre hasta donde las podemos extender para acomodar toda clase de minorías o comportamientos... y seguiríamos sin llegar a ningun sitio.

    Aplicado a este caso particular, siento compasión para los desauciados. Algunas veces porque veo niños en la calle, otras porque veo ancianos abandonados y en casi todos los casos es porque unos individuos libres y totalmente iresponsables han creido asumir derecho cuando de hecho asumian deberes cuya dimensión no entendian. Si yo tengo un sueldo de 1000 euros al mes y un banquero me ofrece un prestamo de 300 mil euros, no lo firmaré. Así que la compasión la tengo para los debiles que sufren, pero nunca para los imbeciles.

    Creo que no nos damos cuenta de la postura en la que estamos (no solo en España, es una cuestion global). Creo como he dicho que antes de apuntar a otros como verdugos que nos quitan los derechos deberíamos preguntarnos a nosotros mismos si entendemos de verdad el precio que esos derechos tienen y si vamos a poder pagarlo.

    Ojala el gran problema fuera economico. Pero no lo es. Ni es una question de reglas. Al fin y al cabo no creo que podemos juzgar en terminos morales todo esto. Yo mismo si tuviera que robar para salvar la vida de los que quiero lo haría probablemente. Pero siempre sabiendo que estoy haciendo algo que podría enfadar a otros. Es una question de asumir responsabilidades.

    :-) Un saludo

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  5. Hombre, Cosmin ¡qué sorpresa verte por aquí!
    Me temo que será más fácil estar de acuerdo en asuntos fotográficas que sobre este tema.
    No sé si conoces bien la teoría de Kohlberg, pero creo que calificarla de simplista y vulgar es poco afortunado. Aunque defines estos calificativos no veo argumentos que apoyen tu opinión.
    Me parece bien que haya algunos incentivos para quienes se esfuerzan y realizan bien en su trabajo, pero creo que no debería haber diferencias en muchos aspectos, tales como la atención sanitaria y la educación, y tampoco grandes diferencias salariales. En fin, como puedes ver ideas totalmente opuestas a las neoliberales.
    dediqué una entrada al asunto de las desigualdades. Te copió el último párrafo:

    "Los trabajos de Wilkinson ponen de relieve que aunque la clase trabajadora de países como EEUU tenga más recursos materiales que la clase media de países con una menor renta per cápita, sus niveles de mortalidad y morbilidad son claramente superiores. A juicio de Wilkinson (en lo que coincide con Robert Sapolsky), es el estrés generado por la desigualdad, por el bajo estatus social y por la falta de control sobre la propia vida, lo que hace enfermar a la gente, y no otros factores como la alimentación o los recursos materiales. Ello explicaría, en gran parte, por qué las políticas liberales (p.e. los gobiernos de Margaret Tatcher) conllevan un empeoramiento de la salud de la población general, y sugiere que las políticas redistributivas de igualdad y justicia social son una buena fórmula para mejorar la satisfacción vital y la salud de la población. Además, es también bastante probable que en sociedades muy competitivas paguen su tributo en salud no sólo quienes tienen un bajo estatus, sino también quienes están arriba, que deberán luchar permanentemente por mantener ese estatus, y les quedará poco tiempo para relajarse."
    En fin, todo un alegado en contra de las políticas liberales.


    Por cierto, como el asunto de la meritocracia me interesa y tiene cierta complejidad, intentaré dedicarle una entrada.

    Un abrazo

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  6. Por cierto, Jordi Evole (Follonero) trató ayer en su programa asuntos muy relacionados con esta entrada. Resultó interesante ver a Pedro Nuñez Morgades (ex-delegado del Gobierno en Madrid) dar una respuesta de tipo muy convencional a diversos dilemas que le planteó Jordi Evole (desahucios, robo en supermercados). Aunque creo que esas respuestas no se las creía mucho, pues no resultó muy convincente (¿qué iba a decir en la tele?). También resultó interesante escuchar a un juez defender la insumisión. Como comentaba Kohlberg, en muchas ocasiones la insumisión, la desobediencia civil y la resistencia pacífica deben ser un imperativo moral. Pero, claro, hay que echarle valor.
    Saludos

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  7. Solo quiero puntualizar, sin entrar en discusiones, que en España, trabajo, hay. Lo que no hay, es dinero para pagarlo... Y no todos los que se metieron en un crédito para un piso, por ejemplo, tenían dificultades, en principio, muchos tenían trabajos fijos, es decir asegurado, que se perdió, y se fueron a la cola del paro, como es el caso de la mayoría de los trabajadores de los astilleros en Vigo.

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  8. que la crisis, nos devuelva algo de acierto, un saludo

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  9. Estoy de acuerdo con meiga, hay trabajo pero pocos pueden pagarlo.

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