miércoles, 17 de diciembre de 2008

Escribir, hablar o pensar: sobre la instrospección


Ya he hablado en este blog sobre los beneficios que para la salud de las personas tiene el escribir sobre las propias emociones y sentimientos (aquí): esa escritura emocional parece contribuir a reducir los niveles de colesterol en sangre. Probablemente ese beneficio está relacionado con el hecho de que el escribir sobre nuestras emociones nos obliga a analizar y pensar sobre nuestras experiencias vitales, lo que tendría unos efectos saludables para nuestro bienestar psicológico, lo que a su vez influiría sobre nuestro estado de salud. Pero una serie de estudios llevado a cabo en la Universidad de California, Riverside, indica que el modo de pensar acerca de nuestras experiencias determina nuestra satisfacción vital, por lo que tendríamos que tener en cuenta cómo reflexionar sobre nosotros mismos.

Un primer estudio encontró que a la hora de abordar los sucesos negativos es más beneficioso escribir o hablar en voz alta (aunque estemos solos) que pensar privadamente sobre ellos. Así, quienes siguieron los dos primeros métodos mostraron una mejoría en su salud mental, su satisfacción vital y su funcionamiento a nivel social, algo que no ocurrió a quienes rumiaron sus penas en silencio.

En un segundo estudio se pidió a los participantes que emplearan alguno de los tres sistemas anteriores, pero aplicándolo a sucesos positivos. En este caso el pensamiento íntimo y privado mostró su superioridad sobre los otros métodos, y produjo beneficios superiores.

Finalmente, un tercer estudio profundizó en la forma en que los participantes pensaban sobre los acontecimientos positivos. De las dos alternativas que se compararon, analizar o desmenuzar en sus detalles el suceso o, por el contrario, revivir la experiencia, fue esta segunda táctica la que contribuyó de forma más eficaz a aumentar la salud y el bienestar.

Por lo tanto, de estos estudios se puede sacar la conclusión de que el análisis sistemático de acontecimientos negativos mejora el bienestar y la satisfacción personal, mientras que con las experiencias positivas bastaría con rememorarlas en silencio.
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Lyubomirsky, S., Sousa, L., & Dickerhoof, R. (2006). The costs and benefits of writing, talking, and thinking about life's triumphs and defeats. Journal of Personality and Social Psychology, 90, 692-708

5 comentarios:

  1. Alfredo ¿puedes poner la referencia del estudio, por favor? Me parece muy interesante.
    Muchas gracias
    -M.

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  2. Lo siento, con las prisas olvidé incluir la referencia. Ya está solucionado.

    Un saludo

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  3. Gracias por la referencia. Supongo que escribir sobre los propios conflictos siempre conduce a objetivarlos en cierto modo, por muy subjetiva que pueda ser la escritura, pues ya de por sí el articularlos lingüísticamente supone una puesta en orden, clarificación, y mejora la comunicación con uno mismo. Hasta para la autointeracción necesitamos un objeto externo, en este caso nuestro propio texto.

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  4. Jose Angel, creo que ese es el asunto: escribir sobre situaciones complicadas supone analizarlas mejor y de forma más odenada que cuando simplemente pensamos sobre ellas.

    Un saludo

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