En una entrada anterior hice referencia a un estudio sobre diversidad familiar que las universidades del País Vasco y Sevilla habíamos llevado a cabo (ver aquí). Este estudio ponía de manifiesto que otras estructuras familiares diferentes a la tradicional (monoparentales, homoparentales, adoptivas, reconstituidas o múltiples) podían ser contextos tan favorables o más para el desarrollo de niños y niñas. El estudio había sido financiado por la Fundación BBVA que había decido no publicarlo, probablemente porque los resultados no fueron de su agrado.
En la actualidad estamos tramitando su publicación a través de los servicios de publicaciones de las universidades vasca e hispalense, pero mientras tanto, un resumen de dicho estudio constituye uno de los capítulos del libro “Desarrollo psicológico en las nuevas estructuras familiares”, que hemos coordinado el profesor Enrique Arranz y yo mismo y que acaba de publicar la editorial Pirámide.
En este texto, en el que también escriben especialistas pertenecientes a cuatro universidades españolas y al mundo profesional de la intervención familiar, se presenta una panorámica actualizada sobre los conocimientos acerca de las relaciones entre las nuevas estructuras familiares y el proceso de desarrollo psicológico en la infancia y la adolescencia. En sus capítulos se abordan las fortalezas y debilidades de las familias monoparentales, adoptivas, recurrentes a las técnicas de reproducción asistida y homoparentales. También se presentan los recursos de evaluación e intervención disponibles hoy día ante la diversidad familiar.
En definitiva, un libro que puede resultar de interés para aquellos profesionales que trabajan en el campo de la intervención familiar y que deseen actualizar sus conocimientos sobre diversidad familiar.
En la actualidad estamos tramitando su publicación a través de los servicios de publicaciones de las universidades vasca e hispalense, pero mientras tanto, un resumen de dicho estudio constituye uno de los capítulos del libro “Desarrollo psicológico en las nuevas estructuras familiares”, que hemos coordinado el profesor Enrique Arranz y yo mismo y que acaba de publicar la editorial Pirámide.
En este texto, en el que también escriben especialistas pertenecientes a cuatro universidades españolas y al mundo profesional de la intervención familiar, se presenta una panorámica actualizada sobre los conocimientos acerca de las relaciones entre las nuevas estructuras familiares y el proceso de desarrollo psicológico en la infancia y la adolescencia. En sus capítulos se abordan las fortalezas y debilidades de las familias monoparentales, adoptivas, recurrentes a las técnicas de reproducción asistida y homoparentales. También se presentan los recursos de evaluación e intervención disponibles hoy día ante la diversidad familiar.
En definitiva, un libro que puede resultar de interés para aquellos profesionales que trabajan en el campo de la intervención familiar y que deseen actualizar sus conocimientos sobre diversidad familiar.
Alfredo, ¿tienes experiencia de conducta de los hijos de las familias homoparentales? Siempre me he preguntado si eso condiciona la identidad sexual de la prole. ¿Es así? Gracias y un abarzo
ResponderEliminaryo era de las que pensaba que un niño idealmente debería crecer con mamá y papá, mujer y hombre, para desarrollarse con plenitud y sin carencias, pero la realidad me contradice y no siempre un papá y una mamá tradicionales pueden ser mejores que dos papás o dos mamás o siquiera uno sólo de ellos... a lo que todos tienen derecho sin excepción es a ser queridos...
ResponderEliminarAnónimo,
ResponderEliminarno hemos estudiado ese aspecto, pero los estudio que Mª Mar González y colegas revisan en el capítulo del libro sobre familias homoparentales indican que o bien no aparecen diferencias en identidad sexual o de género, o bien los niños/as de estas familias muestran una mayor flexibilidad en los roles de género, lo que puede considerarse como un rasgo positivo.
En cuanto a la orientación sexual, no parece haber diferencias, o si acaso, los que han crecido en familias homoparentales muestran una mayor apertura cognitiva a la hora de plantearse diferentes posibilidades de orientación del propio deseo.
Un saludo
Alfredo, perdona que baje al detalle: si el niño ve como dus dos padres se besan y cómo juguetean, es muy posible que el niño entienda que esa orientación sexual es la verdadera. De alguna forma, el ejemplo paterno limita su libertad de elección más abierta en familias hetero. Digo yo.
ResponderEliminarLa verdad, no entiendo por qué comentas que la libertad de elección está más abierta en familias de heteros. Creo que más bien ocurre todo lo contrario, en familias homoparentales tienes el modelo que ves en casa (homo) y el modelo hetero, que es el que predomina en nuestra cultura: en cine, literatura, medios de comunicaión...Por lo tanto, el menor que crece en estas familias está expuesto a los dos modelos, que tenderá a ver como normales, que parece que es lo que ocurre, según indican los estudios que existen sobre este asunto.
ResponderEliminarUn saludo
A ver: si yo veo en casa a mis padres (padre y madre) en el fondo se me presentan dos opciones sexuales. En las familias homoparentales se consagra como único el sexo homo y es más difícil abrir la mente hacia el modelo hetero. Un ejemplo: un amigo mío vive con otro hombre y su hijo. El chaval tiene doce años y ya ha tenido una relación homosexual. Sus padres no saben explicarle que hay otras posibilidades.
ResponderEliminarAlfredo, en la entrada comentas "El estudio había sido financiado por la Fundación BBVA que había decido no publicarlo, probablemente porque los resultados no fueron de su agrado." entiendo que te refieres a que la dirección de la fundación BBVA no concibe otra opción que no sea la familia tradicional compuesto por hombre y mujer y que pensaban que este estudio refutaría este punto. Cuanto menos encuentro curiosa la subjetividad que aplican a la hora de financiar proyectos de investigación científica.
ResponderEliminarGracias,
Buen trabajo el que desarrollas. Suerte.
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