tag:blogger.com,1999:blog-2616168744098473437.post88618932362071020..comments2024-02-20T11:46:22.144+01:00Comments on Reflexiones de un psicólogo evolutivo.: Conducta agresiva, empatía y cerebroAlfredo Olivahttp://www.blogger.com/profile/04852520996508422666noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-2616168744098473437.post-25749616772201951692014-09-17T19:47:23.409+02:002014-09-17T19:47:23.409+02:00Qué bueno tener acceso a este tipo de artículos. ...Qué bueno tener acceso a este tipo de artículos. Siempre me interesó la psicología, pero más aún cuando traté de entender las conductas de dos niños a los cuales crié que en muchas ocasiones no entendía. Sólo sabía que en su primera infancia habían tenido episodios de malos tratos y abandonos con lo cual siempre asocié su escasa empatía con los demás a esa causa. Siempre tuvieron conductas agresivas dentro y fuera de casa. Pero poco a poco fui descubriendo que fueron desarrollando habilidades de "encantamiento" hacia los demás para obtener algo que necesitaban y luego desaparecían o no les importaba el destino de esa persona que les había hecho el bien. A uno de ellos llegamos a hacerle un estudio cerebral llamado SPECT por orden médica, sospechando del consumo de drogas y resultó que tenía "hiperfusión" del área frontal. No soy médica, por lo que no entendía nada, pero investigando leí que esa área es justo la relacionada con los sentimientos. Hoy por hoy ya no viven con nosotros pero me quedé llena de dudas, ya que ni los tratamientos psicológicos, ni los límites ni el cariño, ni los extensos diálogos familiares surtieron efecto.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2616168744098473437.post-36684797794062529482013-03-02T22:36:36.233+01:002013-03-02T22:36:36.233+01:00Hola Alfredo,
Soy Alicia Pérez de Albéniz, te tuve...Hola Alfredo,<br />Soy Alicia Pérez de Albéniz, te tuve como profesor en un máster en la Universidad del País Vasco y me pongo en contacto contigo a través de este medio porque me ha encantado tu comentario sobre el trabajo.<br />Me ha avisado una buena amiga porque ha imaginado que me iba a interesar. Efectivamente, las relaciones entre agresión y empatía son asombrosas. Nosotros (con Joaquín de Paúl como director) realizamos varios estudios en los que personas alto y bajo riesgo para el maltrato físico infantil eran sometidas a una situación en la que eran "profesores" (tipo Milgram)de otros participantes. En uno de estos estudios, la mitad de los sujetos observaban las señales de dolor de la víctima (índices psicofisiológicos simulados) y la otra mitad no. Pues bien, las personas alto riesgo para el maltrato físico infantil no solo no frenaban su agresión ante las señales sino que la aumentaban de manera significativa. Fue muy interesante conseguir estos resultados pero debo reconocer que algunas interpretaciones son difíciles de poner por escrito, a no ser que tengas este tipo de tecnología como la que exponen en estos estudios que aporten datos objetivos y permitan, al menos, fundamentar estas hipótesis.<br />Este tema nos apasionó y me encantaría seguir con aquellos maravillosos estudios. Ahora estoy en la universidad de La Rioja y quién sabe, quizás algún día retomemos algo de esto...<br />Un abrazo,<br />Alicia alicia pérez de albéniznoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2616168744098473437.post-2224851346238379192013-01-04T13:46:05.096+01:002013-01-04T13:46:05.096+01:00Lo bueno de los blogs es que puedes publicar algo ...Lo bueno de los blogs es que puedes publicar algo y continuar la conversación años después.<br /><br />Estos estudios me recuerdan a las películas: a veces con tecnología sólo se puede hacer buenos efectos especiales y menos contar historias. <br /><br />Hay estudios que tienen más de efectos especiales (y la verdad es que la neuroimagen es espectacular) pero la historia que cuenta es floja. Los estudios tienen que ser como las buenas películas, que ayuden a contar una buena historia. Moraleja: Otro estudio que habla del cerebro pero no de lo que les sucede a las personas. Y la verdad es que comprender la historia de cómo un niño no expresa empatía me parece más interesante que lo que le pasa a su cerebro. ¿Qué diría G. Bruner?Lobonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2616168744098473437.post-61486298442683636622008-11-17T18:10:00.000+01:002008-11-17T18:10:00.000+01:00Aníbal, en este caso la diferencia entre empatía y...Aníbal, en este caso la diferencia entre empatía y simpatía está recogida en el artículo, aunque yo la haya obviado en mi entrada. No obstante, tienes razón, en ocasiones hay cierta confusión conceptual.<BR/><BR/>A veces, estos estudios con técnicas de neuroimagen son muy espectaculares y tienen mucho impacto, pero cuando los miras con <BR/>más detenimiento te das cuenta de que dejan muchas preguntas sin contestar, y no aportan tanto. En este caso, ni siquiera está claro que sientan ese placer (recuerda que está la hipótesis de la reacción emocional negativa ante la contemplación del dolor), y aún si así fuera, tampoco están claras las causas de ese placer. ¿Experiencias previas? ¿Predisposición genética?<BR/>Es interesante la idea que planteas al final, y que me recuerda algo que leí la semana pasada en el libro de Juanjo Millás "Mi mundo". Se trata de un acto antisocial, aunque no agresivo (romper una farola), que él justifica de forma semejante, como una protesta hacia una realidad o mundo exterior que no le trata bien.<BR/>No obstante, creo que muchos agresores no responden a ese perfil.<BR/>Un saludoAlfredo Olivahttps://www.blogger.com/profile/04852520996508422666noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-2616168744098473437.post-77600132216466351422008-11-17T13:18:00.000+01:002008-11-17T13:18:00.000+01:00Yo lo que encuentro en los estudios de la nueva di...Yo lo que encuentro en los estudios de la nueva disicplina: neurociencia social (que bien podriamos llamar utilizando tu expresion: "esta época de búsqueda de las bases cerebrales de todo comportamiento") es que a la hora de entender el comportamiento social se mueve en un terreno de "arenas movedizas conceptuales".<BR/><BR/>En la literatura a veces no se distingue bien entre empatia y simpatia, "teoria de la mente" y cognicion social etc. y es muy dificil trasladar del lenguaje natural comun a un lenguaje cientifico, en otras palabras, operacionalizar los constructos.<BR/><BR/>Creo que los filosofos durante milenios han perfilado dichos conceptos y los neurocientificos tendrian que escucharles mas para operacionalizar los constructos.<BR/><BR/>Lo realmente interesante de este estudio es que parece que el adolescente con problemas de conducta parece sentir una gratificacion, placer en el dolor ajeno, lo que los filosofos han llamada <A HREF="http://en.wikipedia.org/wiki/Schadenfreude" REL="nofollow">shadenfraude</A>.<BR/><BR/>Pero normalmente los filosofos han atribuido esta emocion o sensacion a las personas que veian sufrir a otras personas que previamente les habian hecho sufrir a ellos (con todas las connotaciones eticas que conlleva de justicia etc.)<BR/><BR/>Luego aqui volvemos a un problema conceptual.<BR/><BR/>Se quiere decir que los adolescentes con problemas de conducta y que son agresivos, sienten que todo el mundo les ha hecho daño, y por eso hacen daño.Anibal Monasterio Astobizahttps://www.blogger.com/profile/03121020811080165520noreply@blogger.com